Greta Thunberg, una estudiante sueca de 15 años, entendió que ir al colegio y aprender cosas no servÃa para nada teniendo en cuenta la manera en la que los polÃticos estaban poniendo su futuro en peligro. Asà que decidió dejar de ir a clase.
Esta huelga comenzó a finales de agosto, motivada por el verano más caluroso de la historia de Suecia desde que se tienen registros, es decir, desde hace 262 años. Al ver que los dirigentes del paÃs no hacÃan nada frente a las olas de calor y los incendios forestales, Greta comenzó a pasarse los dÃas sentada frente al Parlamento, con intención de quedarse ahà hasta las elecciones generales del 9 de septiembre del año pasado.
Suecia, uno de nuestros socios europeos, es de los paÃses que se ha mostrado más comprometido con el medio ambiente: este último año han aprobado una ley de clima que pretende eliminar las emisiones de carbono para el año 2045, cumpliendo holgadamente con los objetivos de la Cumbre de ParÃs de 2015.
Sin embargo, esto no le parecÃa suficiente a Greta, que argumentó que Suecia tiene una de las mayores huellas de carbono del mundo. Para ella, estos cambios propuestos por nosotros, los polÃticos, no son lo suficientemente rápidos ni eficientes. Greta, a su edad, sabe que las consecuencias del cambio climático le afectarán directamente en el futuro, tanto a ella como a sus posibles hijos. Por tanto, los programas de reciclaje de plásticos o de ahorro de agua no van a la verdadera raÃz del problema, y no valdrán para detener la catástrofe ambiental que se avecina.
Puede parecer que el gesto de una sola niña, sentada durante semanas en una plaza en Suecia, no tiene verdadera repercusión, ni mucho alcance. Sin embargo, la noticia se extendió rápidamente por el paÃs, y algunos otros alumnos, profesores y gente de la calle se unió a su huelga a los pocos dÃas. Esto hizo que los propios parlamentarios empezaran a prestarle atención. Janine Alm Ericson, diputada del Partido Verde, admitió que no habÃan hecho todo lo que se podrÃa haber hecho en relación a la lucha contra la contaminación, y que la iniciativa de Greta le habÃa conmovido. Declaró que el verano de 2018 habÃa permitido ver a los europeos lo que podÃa llegar a pasar si no se tomaban medidas contra el calentamiento global a tiempo, y que habÃa concienciado a la sociedad, haciendo que su partido, un partido ecologista, creciese en 6% en intención de voto.
Pero el movimiento no se limitó a Suecia: desde noviembre de 2018, siguiendo el ejemplo de Greta, comenzaron los Friday for Climate, huelgas estudiantiles cada viernes para exigir medidas en contra del calentamiento global. Para finales del año, las protestas se habÃan extendido a 270 ciudades en todo el mundo, con marchas de decenas de miles de personas en paÃses como Australia, Alemania o Bélgica. En nuestro paÃs, comenzó con una sentada silenciosa frente a la Generalitat en Girona el 18 de enero, y se concretó con una primera movilización general en Barcelona el 22 de febrero. Se espera también una concentración frente al Congreso de los Diputados el 1 de marzo, y que los jóvenes españoles se sumen a la huelga estudiantil del 15 de marzo.
Aun con esta demoledora demostración de que las acciones de una sola adolescente, que llegó a dar un discurso en la Cumbre del Clima en Polonia, son capaces de inspirar un movimiento global de cientos de miles de personas, todavÃa hay muchos que creen que todo movimiento estudiantil es tan solo simbólico, e insuficiente para conseguir un cambio tan radical como el que es necesario para frenar el calentamiento global. Ahà es donde nosotros, los polÃticos, entramos en juego.
Desde el Ministerio para la Transformación Energética nos hemos sentido responsables y responsabilizados por las acciones de Greta, y por las de los estudiantes que son el futuro del paÃs. La democracia es el mayor poder del pueblo, y el que permite que iniciativas del movimiento estudiantil se conviertan en legislación y en cambios reales y duraderos. Habiendo sido elegidos en las urnas por una ciudadanÃa que nos reclama cambio, y siendo un Ministerio moderno con el principal objetivo de conseguir una transformación energética sostenible y respetuosa con el medio ambiente, queremos reafirmar nuestro compromiso y demostrar el verdadero impacto de los #fridayforclimate.
Tenemos previstas ya varias enmiendas a leyes ambientales para debatir en el Congreso, y un proyecto de decreto ley para imponer mayores sanciones a las empresas en suelo español que contaminen por encima de lo estipulado en el Acuerdo de ParÃs. También vamos a concertar reuniones con el resto de gobiernos vecinos, y a promover desde nuestro grupo parlamentario europeo que estas leyes medioambientales se amplÃen a toda la Unión Europea, porque entendemos que para llevar a cabo un verdadero cambio medioambiental necesitamos estar unidos. Queremos ser intransigentes y firmes en todo lo relacionado con el medio ambiente porque sabemos que, como dijo Greta, nuestra casa está ardiendo, y nuestro futuro está en juego.
Queremos agradecer a los ciudadanos la confianza depositada en el Ministerio. Ante cualquier duda, se puede entrar en contacto con nosotros a través de cualquiera de las alternativas ofrecidas en la página web.
Por una transformación energética respetuosa con el medio ambiente.